LAS TIC Y SU APORTE A LA REDUCCIÓN DE LA BRECHA DIGITAL EN LA TELEVISIÓN PARA SORDOS EN COLOMBIA



LAS TIC Y SU APORTE A LA REDUCCIÓN DE LA BRECHA DIGITAL EN LA TELEVISIÓN PARA SORDOS EN COLOMBIA

Luisa Fernanda Aya Escobar

Palabras clave: TIC, discapacidad auditiva, televisión, acceso, Colombia, brecha digital, normas, autores, sordos.


Desde las TIC

     Las tecnologías de la información y la comunicación son aquellas herramientas informáticas que registran, procesan,  almacenan y publican textos, audio y video en un formato digital, convirtiéndose en una herramienta de fácil acceso, practicidad y dinamismo. Su  influencia  se ve reflejada en la velocidad en que se generan canales de  comunicación y el descubrimiento de las diferentes formas  y estilos de aprendizaje, por ende,  las TIC pueden suponer un salto mayor si se explotan sus potencialidades de forma más profunda, imaginativa y coherente, de acuerdo con las posibilidades que permiten. (Minian, 1999).

 Para Manuel Castells las TIC “comprenden una serie de aplicaciones de descubrimiento científico, cuyo núcleo central consiste en una capacidad cada vez mayor de tratamiento de la información” (Castells, 1986). Mientras que Cabero[1] se refiere más a los efectos y alcance de las TIC, ya que no sólo se sitúan en el terreno de la información y la comunicación, sino que lo sobrepasan para llegar a provocar y proponer cambios en la estructura social, económica, laboral, jurídica y política. Esto se debe a que no sólo se centran en la captación de la información, sino también, y es lo verdaderamente significativo, a las posibilidades que tienen para manipularla, almacenarla y distribuirla (Cabero, 2009).

Entendiendo a las TIC desde estas perspectivas, sin lugar a dudas se propone el debate del alcance de las mismas, respecto a la reducción de la brecha digital en todos los escenarios en que se vincule. Dicha brecha, es una expresión que hace referencia a la diferencia socioeconómica, entre aquellas comunidades que tienen accesibilidad a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, y aquellas que infortunadamente no la tienen. También hace referencia a las diferencias que hay entre grupos según su capacidad para utilizar las TIC de forma eficaz, debido a los distintos niveles de alfabetización, capacidad tecnológica y limitaciones físicas y cognitivas.

La brecha digital está basada en aspectos de acceso, pero también los relacionados con el uso de las TIC. Se proponen tres tipos de brecha digital: la de acceso, basada en la diferencia entre las personas que pueden acceder y las que no a las TIC; la de uso, basada en las personas que saben utilizarlas y las que no; y las de calidad del uso, basadas en las diferencias entre los mismos usuarios.

Como podría deducirse, el concepto de brecha digital hoy día no es el mismo que hace algunos años, ha crecido y evolucionado junto con la tecnología y su aplicabilidad. En principio, era un problema exclusivo de la conectividad, luego fue un problema de “alfabetización digital[2]”, y en la actualidad hace referencia al uso de recursos integrados. Y es precisamente allí, en este último punto, en que vale la pena incluir la temática de inclusión, exclusión y censura en la televisión para la población con discapacidad auditiva en Colombia.

Una brecha digital que no busque reducirse, se convierte en una debilidad para la sociedad entera, y una vulneración de derecho para las comunidades a las que las TIC podrían llegar, potencializando conocimiento, información y desarrollo de habilidades.

Si bien, y a la luz de lo expresado por Minian, las TIC promueven posibilidades de acceso a la información, por tanto esto permitiría ampliar los contenidos televisivos, de manera que lleguen a toda la población y sin discriminación por tratamiento de minorías o estéticas visuales.

La integración de recursos ha permitido ir vinculando lentamente, sectores que en otras condiciones ni soñarían con tener accesos a la información, perceptibles por su condición, como en el caso de la población con discapacidad auditiva.

Recurriendo a la televisión y su tecnología, el aspecto multimedial es la respuesta a la reducción de la brecha, en tanto los sentidos humanos están íntimamente relacionados allí. Al respecto, la teoría de McLuhan afirma que el surgimiento de toda nueva tecnología es sinónimo de la extensión de una determinada parte del cuerpo humano. “Cualquier invento o tecnología es una extensión o autoamputación del cuerpo físico, y, como tal extensión, requiere además nuevas relaciones o equilibrios entre los demás órganos y extensiones del cuerpo” [3]. Así mismo, la generación de una nueva tecnología implica una modificación en los sentidos, en cada uno de ellos y en la proporción de su interacción. La modificación en la percepción de la información, y en el caso específico la televisión, produce una transformación en el modo de traducir la experiencia, de contar y expresar.

Ahora bien, pasemos de lo teórico a lo práctico. La nueva tecnología que potenciaría la percepción de la información en la televisión, que reduce en cierta manera la brecha señalada, y que intenta asegurar la equidad en el acceso a la información de los colombianos con discapacidad auditiva, además de ser la condición mínima, es el Closed Caption. Aun así, lo ideal sería una televisión con lenguaje de señas en un 100%, y no apartada de los contenidos que todos quisieran ver, limitada a las “buenas” acciones de los canales públicos y privados.

Como los subtítulos de una película, el sistema Closed Caption es la transcripción escrita de un lenguaje oral que  permite a personas con discapacidad auditiva, leer lo que no pueden oír. A diferencia de los subtítulos en una película, esta tecnología también permite descripciones onomatopéyicas: el pito de un bus, un silbido, un grito, entre otros. El sistema de Closed Caption es un proceso en el cual los subtítulos son convertidos en códigos electrónicos de información e insertados en la señal de televisión. Aquí claramente se evidencia la integración de recursos que mitigan la desigualdad y de manera directa, la censura de los contenidos a la población que no los oye. Sin embargo, y salvo algunas iniciativas que han permitido generar algunos espacios de conciencia informativa, así como el trabajo insistente de organismos como el Instituto Nacional para sordos “Insor”, la Federación Nacional de Sordos de Colombia “Fenascol”, con el acompañamiento de la Comisión Nacional de Televisión, hoy día ANT, Autoridad Nacional de Televisión, este proceso de subtitulación aún no garantiza en su totalidad la restitución de los derechos vulnerados, en tanto su implementación resulta compleja y en países en vía de desarrollo como Colombia, incluso es costosa.

El Closed Caption según Jaime Niño Díaz[4], ex ministro de educación: “es una herramienta comunicacional y educativa que aporta al desarrollo de diversos procesos culturales y responde a las necesidades de poblaciones particulares. Por una parte, facilita el acceso de la población con limitaciones auditivas y por otra, surge como apoyo importante a los programas de educación no formal y a distancia, al acompañar procesos a lo largo del territorio nacional y ampliar coberturas antes marginadas”. El aspecto legal advierte que en la Constitución Política de Colombia, se garantiza a todas las personas la libertad de información veraz e imparcial y se impone al Estado la obligación de adelantar las políticas de prevención, rehabilitación e integración social de disminuidos físicos, sensoriales y psíquicos.

Para ello, y en el caso que nos atañe, existe la Comisión Nacional de Televisión hoy, (ANTV) Autoridad Nacional de Televisión, quien trabaja por hacer cumplir estas normatividades. En una investigación realizada en los años 2007 y 2008, la ANTV monitoreó operadores y concesionarios que no cumplían con la inclusión de sistemas de subtitulación en sus parrillas de programación. Los resultados arrojaron que en sus frecuencias, la implementación de la norma era mínima, por no decir nula. Al respecto, el debate que sigue es por la financiación del sistema, su operatividad y vigencia.

Algunos de los argumentos planteados por los canales privados desde aquella época, son los altos costos para la adquisición de equipos que permitan hacer funcionar el sistema. Así mismo, su operatividad requiere de capacitación, mantenimiento y aplicabilidad, hechos que generan más gasto para el operador. De igual manera, la vigencia de esta tecnología es cambiante, al ritmo del acelerado proceso evolutivo de los contenidos televisivos, por tanto su adquisición y puesta en marcha debe ser acorde con la coyuntura y el contexto en que se defina.

Otro de los temas que queda en discusión, es sin duda la estética visual de la pantalla, si se sugieren normas que obliguen a presentar en toda la programación el LSC (Lenguaje de Señas Colombiano), en tanto éste requiere de un espacio perceptible para la población con discapacidad auditiva, restándole espacio en un gran porcentaje al tamaño total original de la emisión.

Dicha estética visual de la pantalla, entendida desde el compromiso publicitario en Colombia que tienen los operadores de televisión, que no es más que el conjunto de elementos que componen una interfaz creada específicamente para entretener, sugiere presumiblemente no tener factores u otros elementos que distraigan la mirada focalizada en los contenidos, así como interrumpir el intento de creación de realidad en la pantalla.

Es debatible pensar que esto está por encima de los derechos constitucionales de la población con discapacidad auditiva, sin embargo, hablar del tema ha generado acciones que, de la mano de indicadores de responsabilidad social empresarial, facilitan el acceso en determinados y específicos horarios y programas de televisión.

La ley 982 de 2005 en la Constitución Nacional de Colombia, y en su capítulo V, artículo 13, advierte: “El Estado asegurará a las personas sordas, sordociegas e hipoacúsicas el efectivo ejercicio de su derecho a la información en sus canales nacionales de televisión abierta, para lo cual implementará la intervención de Intérpretes de Lengua de Señas, Closed Caption y subtítulos, en los programas informativos, documentales, culturales, educacionales y en los mensajes de las autoridades nacionales, departamentales y municipales dirigidos a la ciudadanía”, por tanto se espera un compromiso ajustado a la ley, así como un compromiso desde una perspectiva más incluyente más incluyente.





[1] Julio Cabero Almenara es catedrático de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Sevilla. Es director del SAV (Secretariado de Recursos Audiovisuales y Nuevas Tecnologías) de esta universidad y miembro fundador de Edutec. Ha publicado diferentes obras sobre la temática de la tecnología educativa y las nuevas tecnologías aplicadas a la educación, además de impartir conferencias,  en varias universidades españolas y latinoamericanas. Es director de la revista "Pixel-Bit. Revista de medios y educación".
[2] La alfabetización digital: perspectivas creativas y éticas. José Antonio Ortega Carrillo Universidad de Granada-Centro UNESCO de Andalucía. ORTEGA, J. A. (2003): “La alfabetización digital: perspectivas creativas y éticas”. En M. V. Aguiar y J. I. Farray  (coordr.): Sociedad de la Información y Cultura Mediática.  La Coruña: Netbiblo, pp. 91-118.

[3] McLuhan, Marshall (1996): “El amante de juguete. Narciso como narcosis”, en Comprender los medios de comunicación. Las extensiones del ser humano, Ed. Paidós, Buenos Aires, Argentina, p. 64

[4] NIÑO D. Jaime. Todo lo que usted debe saber sobre el Closed Caption y algo más. Ministerio de Educación Nacional; Ministerio de Comunicaciones; Instituto Nacional para Sordos INSOR. Bogotá. 1998. p. 5

2 comentarios:

  1. La inclusión de las TIC en la actualidad, ha logrado que todas las personas sin importar su condición física tengan acceso y derecho a la información. Anteriormente los productos televisivos no tenían ningún tipo de sistema el cual pudiera informar a las personas que presentaban algún tipo de discapacidad.

    Hoy en día, evidenciamos en algunos programas la implementación del Closed Caption; estos códigos electrónicos están logrando romper con las brechas digitales y las debilidades que tenía la televisión. A su vez genera una mayor equidad en el acceso de la información.

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  2. Es interesante como se aborda el tema de la brecha digital, exponiendo como ejemplo de investigación el desarrollo del sistema Closed Caption en colombia. Se puede entender con ésta investigación como la brecha digital no solo es una discriminación socio-económica, sino que también afecta la población discapacitada del país.

    Diariamente, podemos ver como los canales nacionales han ido incorporando este sistema a su programación, pero todavía falta mucho para que la población con discapacidad auditiva, sea realmente valorada como consumidores, que aunque pasivos, pueden con éste este sistema convertirse en activos.

    Si bien, los costos para el desarrollo del sistema Close Caption, son altos, es para Colombia un gran aporte de las tics. A éstas se les está dando un uso diferente y se podría decir que en cierta forma se están transformando.

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